MICHEL HOUELLEBECQ - EL MAPA Y EL TERRITORIO

Tras la lectura de este magnifico libro me quedó cierto regusto amargo. Amargo porque me esperaba algo más impactante, y es que tengo la sensación de que Houellebecq no es capaz de escapar de sí mismo ni un momento, por lo que la lectura se vuelve un poco amarga y apática. No amarga porque sea aburrido, sino porque el autor es profundamente depresivo y apático y te trasmite su forma de ver la vida.
Si bien es cierto que a mi juicio este libro es el que menos me ha gustado de sus principales obras, he de decir que no me ha defraudado del todo. Cuando uno lee a este tipo de autores espera que pasen cosas, que nos descubran la infame realidad occidental, la decadencia y la falta de ética, la vuelta a los instintos primarios, o la total falta de estos como consecuencia de una represión o un trauma infantil. Esperas que nos descubra la nueva conciencia del mundo y que nos diga a bocajarro lo que pasa en él. No utiliza matices velados que se intuyen y que sospechamos, retrata la realidad que nadie se atreve a decir. Con Houellebecq entendemos el impacto de la sociedad de consumo en los seres humanos. 

Aquí nos muestra el absurdo de la ley de la oferta y la demanda, del liberalismo y del libre comercio retratado en la narración de los años fructíferos de un artista. Este libro nos relata como un fotógrafo-pintor se hace hueco en el mundillo del arte fotografiando mapas Michelín. Más adelante decide pasarse a la pintura y comienza unas serie de óleos en los que retrata a personajes ilustres de la sociedad de consumo como por ejemplo Bill Gates y Steve Jobs. El personaje principal, como en la mayoría de sus obras, es un personaje atormentado, apático, antisocial cuya madre se suicida cuando él es todavía un niño. Con ese panorama es imposible que una persona sea feliz. A pesar de las ganancias económicas que saca con sus obras, el personaje principal es completamente infeliz e incapáz de disfrutar de la vida. De lo único que le sirve su dinero es para aislarse de todo signo social en la última etapa de su vida. En la obra se nos muestra cúal es el proceso de tasación de las obras de arte. Un proceso totalmente arbitrario al juicio de unos pocos supuestos entendidos que valoran según conceptos que nunca quedan del todo claros. ¿Como se pueden tasar y a qué precio se pueden vender unas fotografía de mapas Michelín? Pues sí, si encuentras el modo de vender una foto de estas características a precio de oro, Bingo!! has encontrado el modo de vivir del cuento. Esto es lo que plantea básicamente el libro. Es una ácida crítica contra el mundo del arte actual y la sociedad de consumo en general. 

Esta novela recibió el prestigioso premio Goncourt en Francia, uno de los premios más importantes del mundo literario.
Realmente la novela, para mi gusto no está demasiado bien escrita ni tiene demasiado interés, pero Houellebecq da un golpe maestro al aparecer como personaje de su novela. Ahí radica la gracia, en poder observar como se retrata en la novela.  Y es que el autor hace una caricatura de sí mismo siendo un personaje clave en la trama de la novela. El hecho de que el autor aparezca en su propia obra como ya lo hizo Coetzee en "Verano" me pareció un giro maestro en la novela. Según la entrevista que he podido ver en el programa página2, Houellebecq hace un autoretrato misantrópico y alcohólico que según él, así es como le ve la opinión pública...
A los que nos gusta este escritor, nos gusta porque leímos "las partículas elementales" y porque es un tipo un tanto extraño. No es el escritor al uso que tenemos aquí en España, que trabaja de columnista en algún periódico, o que sale en algún programa de la tele dando opinión. No. Houellebecq desaparece del mapa y no se sabe nada de él hasta que no le da la gana. Tampoco es muy dado a conceder entrevistas ni a dar  conferencias. Por eso me gusta, porque es un bohemio con una mirada diferente, que retrata el mundo con su pluma de una manera realista, nihilista y muy pesimista. Y es que Houellebecq se ha convertido casi en un ser mitológico, en el ultimo gran escritor junto a Foster Wallace.
A continuación os dejo una entrevista en la que podéis observar al autor en estado puro. Ese cigarro siempre entre sus dedos, esa ropa de 1974, ese desaliñado aspecto, esos silencios eternos entre frases...