miércoles, 7 de abril de 2010

EL PLANETA DE LOS SIMIOS (Planet of the Apes)



Es una película del año 1967, de la Twentieth Century Fox y Apjac Productions. Con Charlton Heston, Roddy McDowall, Kim Hunter y Maurice Evans como protagonistas. Basada en la novela de Pierre Boulle. Su duración es de 108 minutos.
Y aquí tenemos un autentico clásico del cine de ciencia ficción. Esta película, muy imaginativa, y muy bien llevada, nos dice hasta donde podría llegar el destino del hombre de seguir como lo hace.
Teniendo en cuenta que la novela se publico en el 63, y que no hacía mucho existía una autentica guerra fría con las dos superpotencias (a partir del 63 se llegó a una especie de paz entre ambas debida a los misiles de Cuba,que les hizo ver un poco el poder que tenian los misiles y el terror de saber que habia otros que también querian jugar a ese juego tan terrorífico, entre otras cosas), estaba en auge el tema nuclear. Y una destrucción total del planeta sucumbiendo casi todos los seres humanos era muy factible. Y así nos lo cuentan.
En muchas ocasiones, los simios recriminan al hombre por sus actos vandálicos, y de cómo es el único habitante de La Tierra capaz de matar a sus semejantes por odio, ambición y otras tantas cosas más.
Vemos como Charlton “dame un arma ya mismo” Heston, al principio un poco cínico e irritante con sus compañeros, va cambiando poco a poco al ver el modo tan despreciable de como lo tratan. Echa de menos a sus semejantes, por lo que se decide a llevarse a la única mujer que parece quererle. Dijo que se marchó a este viaje espacial porque nada le retenía, y no creía en el amor, y casualmente lo descubre en su mismo planeta, pero sin la avaricia ni otros vicios malsanos que nos están devorando a todos.
También se hace una apología a la vida en armonía con la naturaleza, al ver que ninguno come carne, ni se destrozan por capricho los recursos naturales que les rodean.
La apoteósica escena del final de la película, creo que una de las más conocidas del cine, al ver semienterrada la estatua de la libertad, le da un sentido diferente, real y aterrador, de la película y de nuestro destino.
Después de verla, me pregunté una cosa: si en vez de ser un humano el que cae entre tantos simios, hubiera sido un simio entre humanos, la película seria un cortometraje. Lo digo porque estoy seguro que en cuanto lo vieran hablar lo diseccionarían para ver como lo hace. Y es que somos un poco bastante burros y bárbaros.

1 comentario:

  1. Para el tiempo que tiene la película la actriz Linda Harrison se muestra como un bellezón que no tiene nada que envidiar a las siliconadas y retocadas actrices de hoy. Hoy haría anunios de champus, colonias y con suerte la veríamos mas ligerita de ropa si es posible :).

    Un saludo amigos.

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