martes, 30 de noviembre de 2010

JAZZINVADERS EN MADRID


He de reconocer que cada vez me gusta más el Jazz, es una música muchas veces tachada de elitista y aburrida; Música para músicos y para eruditos dirán otros. La verdad es que el Jazz me atrae porque no lo comprendo. Normalmente cuando escucho una música en la radio siempre me gusta jugar a adivinar en que modo, en que escala, en que tonalidad está, si es mayor o menor, cuento las veces que se canta el estribillo e intento adivinar la rueda de acordes. Los músicos somos así, estamos locos por la música y la admiramos constantemente para intentar comprenderla como si de una amante se tratase...El jazz me causa incertidumbre, me causa inseguridad, me causa admiración. Cosa que con otras músicas no me pasa. Cuando escucho Jazz intento dilucidar todas estas cuestiones anteriormente citadas y la mayoría de la veces tengo que volver con el rabo entre las piernas a la fría caverna de la ignorancia.
Cuando me propusieron ir este fin de semana a un concierto de Jazz no lo dudé ni un segundo, quise ir, fui y disfruté absolutamente de aquellos sonidos armoniosos en vivo.

Fuimos a ver a un grupo desconocido para nosotros, pero que ya no lo será más, llamado Jazzinvaders. Solo puedo decir que me encantó.
Los Jazzinvaders hacen lo que ahora se llama Lounge, o Nu Jazz, o Jazz bailable. El caso es que según lo que he podido entender gracias a su Myspace y a mis escasos conocimientos de inglés, es que se trata de un grupo holandés creado por el Batería y percusionista Phill Martin, que fue el encargado de crear las bases rítmicas, además de la idea principal y la dirección del grupo, contando con la colaboración de distintos músicos para crear los solos y el resto de los arreglos. Como resultado nos queda un Jazz bailable y muy pegadizo del cual se disfruta y además se tiene la sensación de frescura propia de una música muy original, muy desconocida y muy ignorada. La mezcla de ritmos latinos, Sambas y bossa, Blues, Funk e incluso Soul lo hace más original y fresco aún si cabe.
De los músicos solo puedo decir que su interpretación fue impecable en todos los sentidos. A veces tenía la sensación de que era un disco el que estaba sonando. Todos me parecieron virtuosos, con una capacidad para el fraseo perfecto, la cadencia y el dominio del tempo impecables. Hasta en la forma de vestir me parecieron impecables. Tras hora y media de concierto no se desabrocharon ni el primer botón de la camisa y las corbatas permanecían intactas en la misma posición en la que comenzaron. Hasta en eso eran profesionales como comentaba un amigo al término del espectáculo.

Bueno espero que os guste y le prestéis un poco de atención, de verdad que merece la pena.

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