Esto es un comentario añadido por un buen amigo y compañero de fatigas Israel. Me pareció tan bueno que he decido publicarlo como si fuera un Post. Gracias Israel, muchos pensamos lo mismo que tú acerca de Hendrix y algunos le veneramos como si de un Dios se tratase.
"Muy buen articulo Gary. Felicitaciones por tu blog, esta de putisima madre. Sobre Hendrix yo diría que es necesario ensanchar un poquito el discurso y pasar a comentarlo abiertamente como artista, apartándole un momento de su querida guitarra. Quizás más que nada comenzar mencionando el tremendo poder de su música, que sospecho, se va perdiendo poquito a poquito en las generaciones más jóvenes que ya escucharan al maestro como algunos leen a Shakespeare o a Cervantes, sin amor, como obligación, o ya de hecho, porque el artista sea parte de un canon que convalece o difícilmente se relaciona a la actualidad. Tal vez esto no sea así, pero he sido testigo de esta actitud de desprecio entre algunos, y me he quedado asombrado. Mencionar también que Hendrix no es solo el disco homónimo, sino que mucho más grandes son sus siguientes títulos y su obra en directo, mucho más grandes las apuestas musicales y textuales en ellas que en el primer disco, disco que sin embargo cambio el girar de la tierra para siempre.
Resaltar que Hendrix no solo fue un gran guitarrista (sin duda alguna, cambio el destino de la guitarra eléctrica, de los efectos, de los amplis, en fin de la industria musical y del oidor) sino que también un poeta. Y con esto me refiero a la figura del poeta, el maldito, ese ser de los ojos abiertos y con una lengua capaz de disparar en fraseos de acero. Ese hombre (o mujer) que es capaz de mirar al abismo y mantener la vista, ese hombre erguido, verdadero. Resumir. A Hendrix le importo una reverenda mierda el asunto de las ventas, estuvo ahí en el momento necesario, en un acto de solidaridad y lucha con su generación, y ese ejemplo nos ha quedado postergado. Estos comentarios no vienen a huevo. Estuvo con sus hermanos de color durante los momentos necesarios (la Band of Gypsys fue un guiño a la tradición africana en la música, y también una orden a que estos se sumen y encuentren su voz en el lenguaje del rock, un llamado a no quedar dejados de lado). Estuvo con las mujeres cuando dedicaba Izabela en directo y le comentaba a su audiencia que ‘la otra mitad de un hombre es una mujer, y nunca se olviden de aquello’. Como Martin Luther King cuando llego la hora de ensanchar la lucha por la justicia y criticar ese terrible acto genocida que se llevaba a cabo en el hemisferio del sur; la guerra de Vietnam, tampoco calló, sino doblo su apuesta. No he visto ningún músico actual capaz de hacer lo mismo en protesta contra el imperialismo que se lleva a cabo en Iraq, Afganistán, están muy preocupados por las ventas, por el mercado. Los mediocres sobreviven.
Los Rolling Stone sobrevivieron, venden hoy más que antes, discos notables tuvieron, mi crítica no se basa en referencia a eso (como criticar a ese grande Mick Taylor, o a su original guitarrista, otro hombre temible, Brian Jones, otro mártir mas, que mandó a la misma mierda a Jagger y a Richards y no quiso formar parte de esa máquina industrial que veía acechar). Nunca apostaron por los sueños de su generación, fueron y siguen siendo la caricatura misma del rock, el rock como comercio, como lugar común, un rock vacio, sin esa búsqueda poética, espiritual, esa desenfrenada necesidad de libertad, de expresión, de construir un mundo propio fuera del horror y del vacío del mundo actual. Sintesis: Hendrix fue el primer y el último gran rockero, su actitud de libertad sigue ahí, no fue ningún Elvis, fue el Cristo de la guitarra eléctrica, se prostro por nuestros pecados, por nuestra mediocridad. Mejor que intentar interpretar sus temas, escuchar sus discos, perderse en el mar de referentes, entrar a su mundo, y salir cambiado. Como Gary, que en otro post cuenta su experiencia de haber flipado al escuchar a los Cream en su temprana adolescencia, yo tuve mi primera experiencia de libertad con Hendrix a los 12. Axis Bold as Love, en cassette, se me pararon los pelos de punta, aprendí a pensar con autonomía, a sentir con autonomía, a saber. Fue el mejor regalo que me hicieron jamás, con Hendrix aprendí a comportarme como un ser ético".
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