lunes, 22 de febrero de 2010

007: AL SERVICIO SECRETO DE SU MAJESTAD (On her Majesty´s secret service)



O, aunque nadie lo hubiese imaginado, me han pescado.
Es una película de la United Artist del año 1969. El director es Peter Hunt y tiene como protagonistas a George Lazenby, Diana Rigg y Telly Savalas. Su duración es de casi 134 minutos.
Es la sexta película de la serie James Bond, y la primera (y última) del actor George Lazenby (u Orejas Bond). También es la que mayor duración tenía hasta la fecha (si mal no recuerdo Casino Royale es la única que la supera en duración).
Esta película es la que menos éxito obtuvo, y muchos de los fans de la saga reniegan del actor que encarna a su héroe favorito. Pero bajo mi punto de vista es una buena película.
Si bien es cierto que hay que hacer un leve esfuerzo por entender la actitud de este James para casarse (hay que tener en cuenta que el personaje ha sido capaz de acostarse con la primera mujer que se pusiera por delante, bien por placer, bien por trabajo, y sin inmutarse), también es cierto que lo hace en un contexto algo diferente de a lo que nos tenían acostumbrados con el gran Sean Connery (el Bond inteligente y ligón).
Personalmente, a mi este actor no me disgusta para el papel. Lo único malo (aparte de sus enormes orejas, lo siento), es que se casó y eso no parece lógico conociendo lo aventurero del personaje. Pero casamientos aparte, a mi me parece una buena película. Pero que voy a decir yo, si me gusta (unas más, otras menos), todas las películas de este personaje.
También hay que decir que para George esta era su primera película. A este caballero, modelo de profesión, lo vieron en un spot publicitario y les dio buena espina. Pero la duda aún rondaba por los estudios, no en vano se trataba de sustituir al genial Sean Connery y eso no era tarea fácil. Por mucho empeño que le pusiera la actriz Diana o el director Peter Hunt o los especialistas (con los que se llevaba francamente bien), en enseñarle todo lo necesario, no impidieron que la prensa le atacara. Siempre le comparaban con el anterior James, aparte de difamar contra él al decir que se llevaba muy mal con la actriz protagonista.
Debido a su potente acento australiano (según decía él, venia de la Australia más profunda), tuvo que ser doblado. Pero de esto no se dio cuenta hasta que no vio la película. Y es que decían los productores que no se le entendía ni papa.


La dama en cuestión, Diana Rigg, que pasa de ser chica Bond a ser la única Esposa Bond, en un principio le rechazaba y luego le utiliza en la cama (cosa que el personaje, como ya he dicho anteriormente, hacia muy a menudo). Esto, sumado a que luego parece caer en sus redes, más el salvamento que hace cuando los soldados de Stavro Blofeld (Telly Savalas) le persiguen para matarle, hace que un chip salte en su cerebro.
La escena en la que la canción de Louie Armstrong llamada “We have all the time in the world”, suena mientras los dos protagonistas se van enamorando poco a poco, es preciosa. No es para menos, con semejante canción de fondo.
Un detalle curioso, es cuando a James le comentan la leyenda que hay escrita en el escudo de su familia. Esta dice “El mundo no es suficiente”. Y precisamente, así se llama (bueno, aquí se tradujo más o menos, ya que se llamo El mundo nunca es suficiente), una de las películas de la serie que se hizo bastante más tarde.
También es interesante el hecho de enviar a varias mujeres a diferentes partes del globo, hipnotizadas, para luego recibir una orden y romper un tubo que contiene una toxina capaz de esterilizar a todo ser vivo. Curioso, porque en la película Fu manchú y el beso de la muerte, del año 1968, el villano en cuestión utiliza a varias mujeres a las que obliga a matar a ciertos dignatarios a través del veneno que corre por su sangre, enviándolas también a diferentes partes del globo (de esta película solo pude ver 15 minutos de lo mala que era).
Una frase muy recordada y que al público de entonces gusto, fue cuando termina la pelea en la orilla, después de salvar a la protagonista, él dice mientras ella se marcha: “Esto no le pasaba al otro”. Y es que en muchas de las escenas de acción, el intervenía más directamente de lo que lo hacia Sean, y eso le fastidiaba. Entonces al director se le ocurrió que podía decir eso antes de que entraran los créditos iniciales.
Pero la película tardo en recaudar lo gastado y de obtener beneficios, por lo que debían culpar a alguien y fue el pobre George el que pago el pato y fue despedido. Y la verdad que su carrera como actor ha sido más bien pobre. Si hubiese realizado otra de Bond, igual las cosas serian diferentes.

En fin, véanla y juzguen ustedes mismos.

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