miércoles, 3 de febrero de 2010

FUNNY GAMES de Michael Haneke



Lo que sigue no intenta ser más que un breve comentario sobre la película Funny Games(1997), del director M. Haneke.
Si a alguien le interesara la versión extendida que me lo haga saber y se la haré llegar de la manera que me lo pida.
Esta película produjo, y no es poco, dos tipos de reacción en el público: o bien fascinación ante una obra de arte, o bien repulsa y rechazo ante lo que se tomó como una tomadura de pelo, como un film vacío y violento.
No hay que confundirla, por favor, con un remake que se hizo hace unos años para que el público norteamericano pudiera asimilar la escasa información que tiene por costumbre asimilar entre hamburguesa y hamburguesa.
La repulsa que produjo por parte de algunos espectadores se debió a que en un momento crucial de la película, justo en el punto de inflexión del guión, uno de los actores dirige un mando de vídeo hacia los espectadores, retrocede y trastoca la historia a su favor, de manera que los "malos ganan".
Funny Games en un film de ficción, pero sin espectos especiales espectaculares, que sitúa al espectador fuera del cómodo lugar que le tiene reservado la industria consumista: si alguien quiere ir al cine una tarde a pasar un buen rato más, que no se le ocurra jamás pagar una butaca para ver esta película, que consiste más bien en algo así como un ensayo imaginario-visual acerca de la violencia en los medios de comunicación, y de cómo se relaciona "ella" con sus espectadores.
Este asunto, tan oculto en la conciencia ordinaria, es tratado desde el rechazo de la especulación a la que se nos tiene condenados en la tele y en el cine comercial, la cual no hace sino eliminar toda posibilidad de producción de sentido. Además, el director rehúye tambén de la espectacularidad monótona típica, que anula el sentido mismo y ensordece el mensaje que podría haber, espectacularidad a la que también se nos tiene acostumbrados.
Este film es de contrastes duros, y de enfrentamientos. El primero se evidencia en la banda sonora: tan sólo dos canciones y dos estilos claramente desemejantes. Frente a la tranquilidad, la majestuosidad y la serenidad de la música clásica, el quiebro de una musica metálica, cortante, agresiva, acompañada de un grito desgarrador. Dualidad de opuestos que se hace patente en el malestar del espectador que asiste a un drama desgarrado y violento. Pero es tolerable: la industria del cine nos tiene acostumbrados a ello y con ello nos anestesia. Se garantiza el espectáculo a un módico precio. Los héroes de la pantalla se dejan ser identificados por el espectador pasivo que ve cómo pasan cosas que por sí mismas no tienen mucho valor: se trataba de pasar un rato divertido...
Para ellos, los espectadores y consumistas, el mundo real es filtrado a través de la pantalla del cine, que muestra la realidad tal cual es, sin metáforas, tal cual es su mundo aburrido y ordinario. El cine comercial elimina la experiencia ilusionante del teatro, que permitía al espectador pensar o imaginar por su cuenta, y atrofia la imaginación y la espontaneidad. Los resultados del esquematismo kantiano aplicado a los medios de comuniación por parte de la maquinaria industrial paralizan las facultades antes mencionadas y por tanto el sentido y su creación particular en la experiencia estética. La tensión que se crea es, por cierto, tan automática que no necesita ser actualizada, y sin embargo logra reprimir la imaginación. Dicho más claramente, y con respecto al tema que nos ocupa: la violencia inconsciente de la sociedad consumista actúa en los espectadores de una vez por todas.
Fnny Games, juegos divertidos, consiste en una literal bofetada a la siesta intelectual permanente. Es una historia educativa para adultos: hace verdad la mentira de los grandes slogans de nuestra cultura, muestra en su verdad la realización tergiversada de la Biblia de la Ilustración: libertad de los asesinos, igualdad de los sufridores, fraternidad de los que abandonaron la sala...
Bueno, pues aquí tenéis un extracto del original que escribí. Os recomiendo ver la peli, la de 1997. En relación a la crítica de la sociedad consumista os recomiendo también ver Bowling For Columbine, y un documental extraordinario que se titula Zeitgeist, está por internet.
Un saludo. El chico bemol.

1 comentario:

  1. Muchas gracias por tu colaboración en este blog, y espero que sigas alimentando este espacio para combatir con la siesta cultural-intelectual de la que hablas en tu excelente artículo.

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